El Terremoto de Pisco en el Perú. Al cumplirse 1 años del terremoto que asoló todo el sur del país, sólo podemos afirmar que esta zona del país no tiene que envidiarle a Iraq, en donde todo se encuentra desolado y vacío, en donde toda la vida se interrumpió de repente el 15 de agosto del 2007.
Leyendo la Doctrina del Shock de Naomi Klein, hubo unos casos que me llamaron la atención; Cuando ocurrieron las desgracias del Tsunami del 2004 y Katrina el 2005, las corporaciones y sus aliados políticos inspiraron políticas de libre-mercado para reordenar la zona, expulsar a sus habitantes (bajo la excusa de la reconstrucción) y luego convertir todo esto en paraísos en donde estas mismas corporaciones hicieran el negocio de su vida. En este país, incluso ideas maquiavélicas como esas salen mal: García no se le ocurrió mejor cosa que nombre a Julio Favre en FOSUR, y a este y sus amigos les faltaron ideas de como saquear el sur mientras este seguía ardiendo.
Y como ni la empresa privada quiso poner sus pies en la zona, el gobierno tampoco quiso decir esta boca es mía, así que continuó con su política de “Sólo el Gran Capital salvará al Perú” y lo que vemos ahora es el resultado de meses y meses de inacción política, malas estrategias de recontrucción e inserción y la ignorancia de que algo acaba de pasar. Esto aún es más evidente si pensamos en el pisco “7.9″, en las donaciones que el gobierno hace y como se ponen a bailar ad portas del aniversario del sismo.
El Vino Peruano
Si pensamos en que se debe hacer, para mi es muy simple: El gobierno tiene que encargarse firmemente de la reconstrucción del lugar: Nada de demagogia ni propaganda, sino una reconstrucción organizada, no solo en Pisco, (conocido también como la ciudad del mejor Vino peruano y el delicioso Pisco de aguardiente) sino también en toda la zona afectada, que involucre a los pobladores y les provee con empleos de construcción mientras levantan las ciudades del sur y la cosa vuelve a moverse por si sola. Esta gente no está esperando que les regalen cosas el resto de su vida; están esperando tener la vida que tenían antes que las paredes se les cayeran encima. Y si piden consejo a las ONGs y a los expertos en planeamiento, generación de empleo y desarrollo sostenible, antes que a los economistas del Fondo, los técnicos partidarios y los empresarios, mejor. Por que si esto lo ven como una competencia, ya la están perdiendo de antemano.
Y después de esto, el día de mañana a las 6 y 20 de la tarde, un minuto de silencio por todos aquellos que murieron en esta tragedia.